Sé que no te importa, así que no te lo voy a contar, no te voy a explicar por qué me despierto cada noche por las pesadillas, con lo ojos anegados de lágrimas y jadeando entre las sábanas cubiertas de sudor, ni por qué las ojeras se han instalado definitivamente en mis ojos, pero si ibas a quererme haberlo hecho bien, si ibas a entrar en mi vida haber advertido que no ibas a quedarte.
Hoy ya no estás, y noto que falta tu presencia, pero es un vacío que podré soportar, que poco a poco lo irán llenando otras personas, y cuando vuelva a mirar hacia atrás seas un recuerdo tan lejano y frío, que me resulte difícil de rememorar.
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