Seguidores

lunes, 24 de marzo de 2014

No olvidamos a quién amamos, pero olvidamos quién nos ama.

En sus oídos retumbaba su respiración jadeante, que seguía el extraño compás de sus pies sobre el ardiente asfalto. Cada mañana seguía la misma ruta, siendo la meta aquel parque y el trofeo los ojos café de la preciosa joven de cabello enmarañado y sonrisa risueña. La muchacha lo tenia embelesado,  la observaba cada día desde lejos, sin tener la valentía de acercarse, aunque con eso le bastaba, en su interior albergaba el horrible temor de no volver a verla si se dirigía a ella y parecía torpe, o la lengua, enamorada, confundía las palabras.
Al fin llegó, y ahí estaba ella, pura magia, con la risa acurrucada entre los labios y peinando los cabellos de una pequeña rubia con la misma mirada y risa revoltosa. Aún no se explicaba cómo podía amar tanto a una extraña.
Entonces decidió que aquel era el día, se acercaría al banco en que se posaba, y hablarían, de todo o de nada, de que hoy hacía más calor (tal vez porque estaban juntos) o de la niña que jugaba en los columpios, tratando de alcanzar el cielo con la punta de los dedos.
Pero el miedo dio una estocada, siempre estaba ahí, durmiendo en su estómago, preparado para despertar, y alicaído, lanzó la que pretendía ser la última mirada a la joven, que justo en ese momento levantaba la mirada de su libro, y de un chispazo se cruzo con la suya.
Ante el rubor de él, se acercó, y ante la expectación del muchacho le lanzó los besos al cuello, y trepo hasta sus labios para, por fin, probarla.
El sueño acabó cuando se separaron, ella con una sonrisa que desapareció al instante para dar paso a una mueca de dolor infinito al observar el gesto atónito del joven. Con una sonrisa tan amarga como el café que le bañaba los ojos, señaló su bolsillo izquierdo, del cual él sacó un papel arrugado, donde se leía: "Es tu mujer, tienes alzheimer".

2 comentarios:

  1. Creo que es la enfermedad más jodida que se pueda tener. Precioso. Un abrazo.

    http://elchicodelmetro.blogspot.com.es/

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La verdad es que el alzheimer hace mucho daño, y más que para la persona que lo padece para aquellos que están a su alrededor.
      Gracias por leer. Un besito.

      Eliminar