Tal vez seamos el imposible
más bonito de este mundo
como farolas que titilan
compitiendo a las estrellas
al borde de una muerte
fugaz y prematura.
Y yo quiero ser así.
Cuando caiga
voy a hacerlo sonriendo(te),
supongo
que por la felicidad
de no tener nada que perder,
y con eco de poesía
suiciden tus suspiros
la nostalgia escarchada
cada noche.
Ni si quiera
sé si debo estar aquí,
con manos temblorosas
por el mar embravecido
que pelea en mi mirada.
El insomnio con tormenta
puede ser agotador,
y cigarrillos de liar
está asustada,
se esconde tras un rizo
y pide desaparecer.
Ojalá algún día salga a flote.
Porque estoy cansada
de no pertenecer
a ningún sitio
para olvidar
que solo existo
entre tus brazos.
Te espero
al final del precipicio.
Ojalá
nunca llegues a caer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario