Y mira que pido poco.
Y mírame.
No te rindas.
Aunque el frío nos escarche cada beso,
cada abrazo
me sepa a despedida,
aunque el temblor en la mirada
siempre me delate.
Ahí estás.
Con un susurro disparado
directo hasta mi pecho,
los ojos derrotados de impotencia,
y el corazón
envuelto entre tus dedos
busca desesperado
su último latir.
"No estés triste".
Me engulle
el monstruo de cuatro ruedas,
y la película de fondo
no consigue
que deje de sentir.
No te rindas, cariño. No te rindas.
A pesar de las ausencias
y el huracán desenfrenado
que nos empeñamos vivir.
No desistas.
Que entre soledades
y sueños
suelo trabarme al vivir.
Pero aún te abrazo.
Porque jamás dejé de hacerlo.
No me rendí.
Hola Lydia, no se si te acuerdas de mi, soy del blog Aura Azul, de A Dos Pasos del Infierno, solo quería decirte que he vuelto a publicar y espero que te pases :)
ResponderEliminarHola Lydia no se si te acuerdas de mi, soy Lau del blog Aura Azul, de A Dos Pasos del Infierno, solo queria comentarte que he vuelto a publicar y espero que te pases.
ResponderEliminarUn beso :)