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viernes, 29 de abril de 2016

Descripción del amor.

El amor es como la poesía, solo la entiende el que la escribe, los demás opinan que es bonito, o les enfada porque no lo comprenden, pero no pueden disfrutarlo o sufrirlo.
Qué poco se conoce la triste inutilidad de maquillarse llorando, sorber el café frío un domingo tarde, y acurrucarse las dudas en un edredón de plumas aunque sea verano.
Qué poco importa el  calor cuando tenemos frío, y que falta nos hace cualquier canción de amor.
Cuando todo acaba, el silencio, es un secreto a gritos, retumbando en tu cabeza como una bomba a punto de detonar, y tú callas, para no volar por los aires, evitar la huida, o echarte a llorar.
Al final, acabas por echar de menos, te dan las doce de todos los viernes, dejas pasar trenes en los que no te subes, por todo eso de las naúseas a viajar, aunque te mueras por hacerlo, y si pones excusas, es porque te da miedo ir sola. "Imagina ver París sin ti" piensas "no me atrevo".
Vuelve a darte el viernes, y le ves, en el chico que sonríe al enredarse en tus piernas, el cajero ojeroso de aquel súper de barrio, incluso en el carmín que sangra los labios de la chica del bus, porque te recuerda a cuando besaba los tuyos. Seguro que él era tan guapo como un domingo en la cama, porque todos lo son si te enamoras.
Entonces, tras un tiempo naufragando, te topas con tierra. 
Deja de estar en el café que remueven tus mañanas, en la sonrisa del chico a la entrada de clase y sin percatarte si quiera, estás sonriendo un viernes.
No vuelve a aparecer. Y entonces comprendes.
Te apetece ser París, para que otros puedan verte y viajar tanto como soporten tus pies, y aprendes que ofrecer una mirada a una sonrisa nueva puede ser otro principio, novedoso para ti, que llevas viviendo de finales tanto que ni recuerdas.
Es viernes.
Son las doce.
Y no te duele.

2 comentarios:

  1. Solo puedo decirte: me ha encantado.
    "Te apetece ser París, para que otros puedan verte y viajar tanto como soporten tus pies, y aprendes que ofrecer una mirada a una sonrisa nueva puede ser otro principio, novedoso para ti, que llevas viviendo de finales tanto que ni recuerdas.
    Es viernes.
    Son las doce.
    Y no te duele."

    Precioso. A veces nosotros mismos somos quien no nos dejamos ver las nuevas oportunidades que se nos presentan, y nos aferramos a vivir en un final que, no tiene más que eso, un final lleno de recuerdos, que no nos llevarán a un futuro feliz.

    Un abrazo.

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    Respuestas
    1. Me ecanta que te encante,de verdad, no sabes el gusto que da un comentario como este, me has alegrado la tarde.
      Un besazo.

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